La Metodología BIM no puede ser desprestigiada por acabar dando más problemas de los que busca resolver, sea por desconocimiento de quienes la usan o por una interoperabilidad débil. Conscientes de la necesidad de formar e informar, desde la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) han celebrado recientemente un simposio con Camilo Castro, Director BIM de la empresa Amarilo S.A.S y miembro fundador del BIM Forum Colombia.
«Según estudios de fuentes colombianas, solo entre el 13% y el 19% de los proyectos de construcción en Colombia implementan BIM en algún nivel de madurez». Como explica Castro, “puede haber empresas o proyectos que lo asocian solo a un tema de visualización y consulta, en otros que se usa con un enfoque en procesos constructivos, programación, presupuestaciones de flujos puntuales”, por ejemplo.
Y es que en el sector “llegamos a una muy buena implementación en temas de diseño, de implementación, coordinación y presupuesto, pero cuando entramos directamente a procesos puntuales de obra encontramos muchos inconvenientes, muchas cosas que se complican a la hora de implementar nuevos procesos”.
El proceso de Amarilo S.A.S.
Al implementar BIM solemos pensar mucho en temas asociados al diseño y la presupuestación y nos olvidamos de la construcción. Entonces, puede pasar que enviamos un entregable determinado (modelos 3D, por ejemplo) a una persona y no les funciona de la forma que les debería funcionar. El motivo es simple y tiene que ver con el hecho de que la forma del modelo no es la misma forma en que se construye en obra o porque al exportar se sacó cualquier cantidad, muy lejos del modo en que, en la práctica, se contrata en obra.
En este sentido el ingeniero Castro considera “bien importante que siempre exista un único modelo y que ese modelo siempre esté vinculado a construcción, a los pasos iniciales de la implementación del proceso. Hay proyectos donde la implementamos de una manera y hay otros proyectos donde lo hacemos de otra, siempre en función de las particularidades, pero prácticamente el 100% de nuestros proyectos se realizan bajo esta metodología.
En este sentido, Castro recomienda la presencia de “algún que otro director de obra y gerente de proyecto que nos retroalimenten respecto a la manera en que funcionan las cosas directamente en construcción”. Castro habla incluso de los “residentes puntuales” en la obra, que generen feedback sobre la manera en que van las cosas en la misma. Se trataría de los contratistas o los proveedores. “De ellos depende un poco la forma en que se mueve la construcción”, recuerda el ingeniero colombiano.
Desempantanar los canales de comunicación
Para tener un flujo de trabajo oficina-obra que sea, pues eso, un flujo en lugar de un tapón, es esencial usar un único canal de comunicación. En Amarilo S.A.S, explica Castro, se usa Autodesk BIM 360, que puede ser consultado en tiempo real desde la obra, cosa que permite llegar a tener cualquier plano de acuerdo a la necesidad. Esto mejora y agiliza la comunicación entre las dos áreas.
Así pues, “cualquier observación que se haga desde la obra puede ser vista dentro de la plataforma desde la oficina, desde la cual se ha de reaccionar ahí mismo, en cuestión de horas, días dependiendo del tipo de solicitud o incidencia”, explica Castro. En resumen, con este tipo de plataformas, “podemos dar una solución muy pronta a la construcción sin tener que esperar a que llegue un plano en físico, que por lo demás se demoran un montón en llegar a la obra y que, al hacerlo, puede que ya haya habido nuevos cambios”.
“Solía pasar mucho que los encargados de interpretar los planos sobre el terreno tenían que imaginarse el proyecto e intentar hacer una maqueta en su cabeza en base a dicho plano en dos dimensiones. Con la metodología BIM podemos disponer de unos modelos certeros y creados de acuerdo a una estandarización”, añadía Castro.
Además, como explicaba el director BIM de Amarilo S.A.S., cuando se estipula un proceso puntual de contratación y realización de cortes en obra podemos garantizar la memoria, porque “tenemos todo registrado en un único modelo. Por tanto, es casi imposible que uno se ponga a pagar algo de más, porque el modelo está siendo monitoreado y auditado como para poder incurrir en algún tipo de acto que vaya en contra del proceso de contratación de cualquier ítem o de cualquier elemento directamente dentro de una construcción”.
Reducción de errores y conflictos en obra
“Nos pasa mucho en construcción que no confían en nuestros diseños», un problema que según Castro está en la base de todo esto y es “generar confianza en el director de obras, en el gerente de construcción, etc”. Se trata de lograr que diga: venga, yo confío en ese modelo y con él vamos a extraer cantidades, vamos a construir, etc».
“Digamos como generar esa confianza dentro de las personas es de lo más complicado que nos ha tocado hacer a nosotros. Sin embargo, también nos pasa que logramos obtener un modelo de alta calidad y confiable pero luego las personas no lo usan. Debido a una serie de cosas no lo requieren o no lo consideran necesario. Una de las soluciones que pensamos fue realizar la estandarización de diseño modelado, donde comenzamos a tratar capítulo por capítulo del presupuesto. Para ello hicimos una ruta asociada a la estructura, la mampostería, las redes, los sistemas y un largo etcétera de elementos de construcción».
Conclusiones
Inevitablemente las palabras de Camilo Castro resuenan con lo que sustancialmente fueron las conclusiones de la pasada edición del GuBIMCan: hay que trabajar por evitar que el BIM sea considerado más un estorbo que una ayuda para la correcta realización de cada fase y etapa del proyecto. Debemos apostar por una metodología BIM eficiente y práctica, con el objetivo de que sea un aporte real al proyecto, reduzca los costes y mejore la calidad técnica de la infraestructura o edificación.
¡Por aquí dejamos el link al simposio del Camacol!
