Hace ya un tiempo hablamos del potencial de BIM para contribuir a desmantelar de un modo mejor cualquier edificio. Hoy volvemos a tocar el tema, hablando de un tipo de estructura especialmente delicada a la hora de desmontar: la central nuclear.
Con BIM y los gemelos digitales es posible aumentar la eficiencia y la seguridad de este tipo de procesos, a partir del acceso al contexto de las normativas relativas a la demolición de estructuras y la limpieza de la radiactividad inherente a las estaciones nucleares. El gemelo digital es un directorio de datos técnicos que acompaña la vida de la instalación hasta su desmantelamiento. Se trata de una herramienta que permite ver con mucha precisión lo que está pasando realmente en el interior de las instalaciones. La ventaja del gemelo digital para el operador es tener acceso en la misma plataforma a todos los datos de la construcción al desmantelamiento de la instalación.
Junto con BIM, tecnologías como la realidad virtual, los drones y los robots, también se aplican cada vez más en los desmantelamientos de las instalaciones nucleares. Ellas permiten recopilar, comprender, mostrar y gestionar los datos de forma más eficiente, de manera que la visualización de diferentes escenarios durante la planificación y preparación de las actividades de desmantelamiento y descontaminación resulta mucho más sencilla.
Según explica Hannes Hanggi, especialista de la Inspección Federal de Seguridad Nuclear de Suiza, «acoplar el BIM con un sistema GPS o con redes Wi-Fi con capacidad de localización permite el despliegue de sistemas robóticos y drones semiautónomos o totalmente autónomos, pues tienen el potencial de reducir considerablemente los costes, aumentar aún más la seguridad y mejorar el rendimiento en los proyectos de desmantelamiento».
Algunos ejemplos de esta práctica
En España, y quizás también a nivel mundial, uno de los procesos más conocidos de desmantelamiento nuclear asistido por BIM ha sido el de la planta de Santa María de Garoña. La gran complejidad del proyecto, la necesidad real de control sobre el diseño del proceso, así como la coordinación y colaboración de los equipos para su ejecución, hicieron imprescindible implementar un CDE, una herramienta de gestión BIM con gran potencial.
No obstante, la Metodología lleva aplicándose con estos propósitos al menos desde 2015, año en que dieron comienzo las labores de desmantelamiento de la central nuclear de Hunterston, en Escocia. Tras haber capturado un registro fotográfico de alta definición a 360 grados y haber creado un modelo 3D a partir del levantamiento de una nube de puntos, se procedió a crear un modelo BIM LOD5 con el máximo nivel de detalle e información incluida. Así pues, la empresa Plowman Craven entregó al cliente una maqueta totalmente interactiva que podía verse en cualquier plataforma, tanto en la oficina como en la obra.
Beneficios del BIM aplicado al desmantelamiento nuclear
El modelo BIM de un reactor permite constituir los datos globales de referencia para la identificación de las instalaciones, los residuos y la zonificación radiológica. Asimismo, contribuye al conocimiento de la ingeniería civil de la instalación, a la conformación del inventario físico y a la gestión de los esquemas eléctricos y mecánicos, además de asegurar la coherencia de los datos.
De esta manera el cliente podrá garantizar una mejor evaluación de los riesgos gracias a la creación y el análisis de varios escenarios de desmantelamiento de la planta. Esto supone un mejor control de los costes, los plazos y la calidad del proceso mismo de desmantelamiento, que se desarrolla de manera óptima en relación a los reglamentos.