Uno de los tópicos de la industria de la construcción tiene que ver con el resultado final. Muchas veces el producto entregado, el edificio o infraestructura ya construido, no se corresponde con lo previsto en un principio. Y es que los cambios están a la orden del día desde el inicio hasta el final del proceso de construcción. Con BIM es posible limitar y controlar esos cambios, además de mantener el tiempo y los costes dentro de unos umbrales razonables. La mejor práctica es considerar todas las actividades relacionadas con la realización del proyecto, y no sólo la construcción en sí. Esto requiere un enfoque de gestión más amplio cuyo éxito, en realidad, solo BIM puede asegurar. Así pues, en este artículo resumimos en 5 las fases en las que BIM resulta un gran aliado durante el proceso de construcción.
1. Planificación y desarrollo de proyectos
Esta fase del proceso de construcción con BIM aborda las ideas iniciales sobre el proyecto a realizar, su estructura y su funcionamiento. Es aquí donde la parte contratante debe evaluar sus objetivos e identificar los límites de los recursos que se van a emplear. La comunicación es clave, porque el cliente trata de imaginar su propio proyecto, muchas veces sin recursos teóricos sobre los cuáles sustentar sus ideas con realismo. Así pues, esta fase también puede incluir la búsqueda de la propiedad en la que construir la estructura, los primeros conceptos de diseño, la selección de un arquitecto o un ingeniero y, en algunos casos, la elección de un contratista general.
El uso de la metodología BIM refuerza esta primera etapa, incluso con la ayuda de profesionales especializados y software específico, para definir la base del proyecto lo mejor posible. Con Archicad o Revit, por ejemplo, en caso de que se trate de un proyecto de arquitectura, o bien con Civil3D o Istram en caso de que hablemos de ingeniería civil, se pueden realizar en poco tiempo conceptos adecuados para las evaluaciones de la Autoridad de Contratación.
Por otro lado, herramientas paramétricas como Grasshopper o Dynamo permiten utilizar datos sobre superficies, volúmenes, limitaciones ambientales y económicas para estudiar la mejor forma, tamaño y posición del edificio o infraestructura a construir.
2. Diseño preliminar
Durante esta fase lo importante es comparar la visión del cliente con los planes del diseñador para determinar lo que es posible o no construir. Para ello es menester dejar al descubierto las posibles suposiciones incorrectas o fuera de presupuesto que pudieran existir en lo realizado hasta este punto. A partir de ahí, es posible elaborar un diseño preliminar y luego llegar al diseño definitivo. Es preciso señalar que si la planificación ha sido minuciosa, esta primera parte será más corta y requerirá menos tiempo.
Durante esta fase del proceso de construcción asistido por el modelado BIM, permite visualizar modelos conceptuales en diferentes hipótesis de diseño, recoger datos cuantitativos sobre posibles costes y simular soluciones, por ejemplo, evaluando el impacto energético del proyecto. Las herramientas de autoría BIM más modernas son capaces de crear modelos de representación completos en muy poco tiempo, con un enfoque del análisis del proyecto diferente al de la cadena de suministro tradicional.
La coordinación interdisciplinar desempeña un papel primordial, y soluciones como Solibri y BimSpot permiten una gran rapidez y precisión en la creación de modelos de coordinación. Por su parte, herramientas de análisis de costes y programación de tiempos, como Bexel Management, permiten simular el proceso de construcción, identificando por adelantado los problemas críticos y los posibles errores.
3. Selección del contratista
Una vez seleccionado el contratista, ya sea directamente o a través de una licitación, comienza la fase de preconstrucción, en la que se reúne a un equipo para gestionar el proyecto, definiendo las funciones internas y las relaciones con los proveedores y subcontratistas. La gestion de proyectos en BIM permite una mejora general de la planificación de la construcción por parte del contratista general con una simulación perfecta de la obra.
A partir de los modelos BIM y de los planos de construcción derivados de ellos es posible simular las fases de construcción, visualizando tanto la realización del edificio como el progreso de los tiempos y los costes. La comunicación entre los distintos participantes (diseñadores, director de obra, contratista, proveedores) se lleva a cabo en un ambiente colaborativo eminentemente digital, preferiblemente alojado en la nube, con mecanismos de control que garantizan la rapidez, la precisión y la resolución de problemas.
4. Compra de materiales y contratación de mano de obra
Los contratos incluyen la compra de materiales y productos, el alquiler de equipos y la contratación de la mano de obra necesaria para todo el proyecto, con diferentes tareas y competencias. Además, hay que planificar el acceso a la obra de los trabajadores de diferentes empresas, proveedores y subcontratistas. Esto implica programar las entregas y determinar las fechas de finalización para evitar que la gestión de los materiales se vuelva caótica y asegurar que las tareas se completen rápidamente.
Para optimizar el flujo, se definen métodos y herramientas para la gestión global de la obra y para el control de las fases de construcción. BIM 5D permite una mejor planificación, y la programación puede indicar los días exactos de las entregas e intervenciones. Todo ello requiere sistemas de comunicación y organización basados en los modelos de construcción BIM de la obra, para mantener la sincronización entre las distintas actividades. Además, el proceso de construcción, con BIM, adquiere un notable aumento de la seguridad de los trabajadores.
5. Construcción
En esta fase entra en juego un sinfín de actividades tales como las evaluaciones, el vaciado de hormigón, el enmarcado, la soldadura, los paneles, la cubierta y todos los demás aspectos de la construcción. Es decir, es este preciso momento donde el proyecto pasa del concepto digital a la realidad física.
Con el uso de BIM en la construcción, el control de la obra y de los estados de progreso se vuelve preciso y anticipa los posibles errores, previendo las correcciones necesarias. El uso de modelos BIM específicos permite tanto guiar la construcción como verificar el resultado prácticamente en tiempo real, cosa que permite controlar los costes al milímetro. Además, la gestión de los estados de avance puede automatizarse en parte, lo que aumenta la precisión de la verificación. En definitiva, la realización del proceso de construcción junto a BIM resulta ser la mejor manera de dar comienzo a un proyecto de ingeniería o arquitectura.