En el marco del congreso internacional EUBIM 2023, desarrollado en Valencia, hemos querido destacar la ponencia de Carolina Soto y Sebastián Manríquez de Planbim Chile, donde nos cuentan cómo ha sido la experiencia de implementación BIM impulsada desde el Estado y desarrollando un trabajo colaborativo entre la academia y el sector privado, con el objetivo de mejorar la producción en la industria de la construcción.
Planbim Chile surge con la necesidad de aumentar la productividad y la sostenibilidad en la industria de la construcción. En 2015, el sector público del país mostraba una baja productividad, escasa adopción de BIM por parte de las empresas y un desconocimiento generalizado sobre el concepto de BIM. Además, la presencia de BIM en universidades e institutos, especialmente en carreras relacionadas con la construcción, era limitada. Estos fueron solo algunos de los desafíos que se presentaban en aquel momento.
Ante esta realidad, se planteó la implementación de BIM en Chile con un enfoque claro: la participación y alineación de tres sectores clave: el Estado, la academia y el sector privado. Cada uno desempeñando un papel distinto, pero con el objetivo común de incorporar, difundir y respaldar esta metodología.
«En Chile, el Estado es responsable de aproximadamente el 30% de la infraestructura y construcción que se lleva a cabo. Por lo tanto, aprovechamos esta posición para impulsar de manera efectiva el uso de BIM en el sector AEC», señala Carolina.
Para comprender el contexto, Carolina explica el proceso de generación de infraestructura en Chile desde el sector público. Menciona que los diferentes ministerios, como el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud, el Poder Judicial y el Ministerio de Vivienda, llevan a cabo licitaciones que permiten la participación del sector privado en la ejecución de obras públicas en diferentes áreas.
De esta forma, Planbim encuentra su espacio en el Ministerio de Economía, y desde la agencia CORFO, que se encarga de la productividad del país, lanzan Planbim como parte de un programa llamado “Construye 2025” con la idea de promover la digitalización.
Una pieza fundamental en el proceso fue el apoyo de autoridades de ese entonces, siendo un momento destacado, el anuncio que realiza la presidenta Michelle Bachelet el 2015, haciendo oficial la utilización de esta metodología a partir de ese momento en los proyectos del sector público y dando a conocer los actores principales de esta alianza para mejorar la productividad del sector.
“En enero de 2016, se crea un primer convenio para trabajar con el Ministerio de Economía (CORFO), Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ministerio de Obras Públicas, Ministerio de Hacienda, la Cámara de la Construcción y el Instituto de la Construcción, siendo estos dos últimos privados. Posteriormente se fueron sumando más actores a PlanBIM, entre ellos proveedores de softwares, policías, otros ministerios, colegios de arquitectos e Ingenieros, entre otros.”
Es en este punto donde se proponen dos metas para los siguientes años y se comienza a trazar la hoja de ruta de Planbim Chile. Para el 2020, se pretendía alcanzar la incorporación de BIM en proyectos públicos, y para el 2025, la integración del BIM en proyectos privados a través de una plataforma en línea, que está siendo desarrollada actualmente por el Ministerio de Vivienda. Esta plataforma permitirá realizar trámites de permisos de edificación de manera online y contendrá un primer módulo de revisión automatizada para realizar un primer chequeo del proyecto.
Estrategias
Según lo mencionado por Carolina, el rol del Estado en este proceso es establecer metas y realizar un seguimiento, al mismo tiempo, brinda un apoyo constante al proceso mediante la creación de bienes públicos, que benefician a toda la industria. Estos bienes incluyen estándares, guías, capacitaciones, difusión, entre otros».
En este punto, Planbim opta por no generar decretos o leyes que impongan la implementación de manera obligatoria. Esta decisión se toma con el objetivo de tener un mayor control y poder medir la gradualidad del proyecto, permitiendo que cada institución pueda llevar a cabo el proceso de acuerdo con su capacidad técnica y humana, y a su propio ritmo.
Dentro de las estrategias que llevaron a cabo, se destacan las siguientes:
- Se trabajó en una hoja de ruta desde 2016 hasta 2020, estableciendo como uno de los principales objetivos la estandarización y el desarrollo del capital humano, entre otros aspectos.
- El apoyo de las autoridades para el desarrollo de Planbim fue una base sólida sobre la cual pudieron crecer y fortalecer el proyecto.
- El aprendizaje de la experiencia internacional ha desempeñado un papel importante en el desarrollo de acciones y en la adopción de buenas prácticas de otros países.
- Contar con un equipo dedicado exclusivamente al BIM, trabajando a tiempo completo, ha permitido un funcionamiento óptimo de Planbim.
- Otro enfoque relevante ha sido mantener una comunicación constante del proyecto Planbim con el Estado, los actores privados y la academia, promoviendo mesas de conversación para validar materiales, entre otras actividades.
Acciones de estandarización
«Desde 2019, se ha estado trabajando en un estándar BIM para proyectos públicos, basado en la ISO 19650 y 16739 (IFC)», señala Sebastián Manríquez. «Este estándar está siendo utilizado por el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Poder Judicial, la Fuerza Aérea de Chile y proyectos privados. Además, está disponible en español, portugués e inglés».
A partir de esto, las licitaciones públicas comienzan a solicitar el uso de BIM mediante un requerimiento estandarizado en 19 tipos de proyectos. En este proceso se crea la matriz de implementación BIM, una plataforma gratuita diseñada para medir el proceso de implementación a lo largo del tiempo en las instituciones.
Acciones de capital humano
Entre los principales aportes en términos de capital humano, Sebastián destaca la creación de una matriz de roles BIM, la cual permitió establecer claramente qué se entiende por «rol» dentro del contexto de BIM. Según sus palabras, un rol se define como «una función que se ejerce en alguna etapa del desarrollo y operación de proyectos o infraestructura, basada en capacidades BIM que se suman a otras no BIM».
Además, se generaron 1.500 becas para capacitaciones que estuvieron abiertas a la industria. El objetivo fue brindar formación en los diferentes roles establecidos. Asimismo, se desarrolló un programa de e-learning para un curso introductorio de metodología BIM, el cual capacitó a 10.000 personas. Por último, se implementó un programa denominado e+BIM para colegios técnicos, donde se trabajó con 48 establecimientos educacionales, logrando capacitar a más de 1.800 alumnos.
Medición de resultados
Sebastián señala que han realizado una serie de observatorios para medir el impacto del BIM en la educación superior. A través de mesas de trabajo con universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, se ha observado un impacto positivo. En todos los casos, se ha notado un aumento en la enseñanza de BIM por parte de estas instituciones.
También llevaron a cabo observatorios de BIM en licitaciones públicas. Durante el estudio de 1.990 licitaciones, se comprobó que el 7% de ellas requerían BIM. Sin embargo, se observó que este 7% correspondía al 70% de la inversión, lo que evidencia que el Estado está aplicando BIM en los proyectos de mayor importancia.
Al cerrar la exposición, Carolina retoma la palabra y reflexiona sobre los desafíos que han enfrentado, destacando las lecciones que consideran valiosas transmitir. Entre lo que considera crucial, menciona:
- Obtener apoyo de las autoridades.
- Contar con un equipo dedicado y definir un liderazgo y portavoz.
- Adoptar y adaptar la experiencia e información internacional, buscando experiencias similares en términos de economía y cultura, entre otros aspectos.
- Trabajar en colaboración con la industria y mantener una comunicación constante.
- Medir los resultados de las distintas acciones.
- Generar herramientas, como material de capacitación, guías, estándares, entre otros, para cerrar las brechas.
Conclusiones
Sin duda, nos parece un gran ejemplo la gestión que se ha realizado en Chile. La forma en que han logrado posicionar este proyecto como algo transversal y el trabajo colaborativo realizado por tres actores cruciales: el Estado, los privados y la academia, definitivamente nos enseña que la clave para promover esta metodología debe ser un esfuerzo conjunto de todos los involucrados en la industria, no solo de algunos.
Es destacable también el esfuerzo que han puesto los organismos públicos para impulsar la Metodología BIM en Chile. Esto se evidencia en cómo han incorporado y defendido el estándar que se ha desarrollado.
Felicitamos y agradecemos a Carolina y Sebastián, y como no, a todo el equipo de Planbim Chile por esta exposición y por el arduo trabajo que ha significado llevar a Planbim Chile a este nivel. Su experiencia y estándar son una referencia para otros países que buscan trazar su propia hoja de ruta.