Uno de los tópicos más famosos que se comentan acerca del sector de la construcción es aquel que dice que es uno de los más contaminantes del mundo. Y realmente lo es. Veamos los siguientes datos: desde la década de 1970, la extracción de recursos naturales se ha triplicado y según estimaciones de las Naciones Unidas, para 2060 el uso de materiales podría duplicarse hasta alcanzar los 190.000 millones de toneladas, mientras que los gases de efecto invernadero podrían aumentar en un 43%. Pues bien, el AEC utiliza alrededor del 50% de los recursos naturales consumidos y el 40% de la energía generada, de manera que también es responsable del 50% de los residuos generados a nivel global.
Precisamente por ello, el AEC no solo tiene un papel potencialmente enorme para contribuir al logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU, sino que de su transformación depende una gran parte del éxito de los mismos.
La ISO 14000 para alcanzar los ODS desde el AEC
En este sentido, la ISO 14001 figura como el sistema de gestión medioambiental más adecuado para que el AEC afronte con éxito los retos del futuro. Su marco de acciones permite a las organizaciones del sector de la construcción alcanzar una mejora de sus operaciones comerciales, al mismo tiempo que minimiza sus impactos en el medio ambiente y mejora la sociedad. Y es que esta ISO permite a las organizaciones gestionar sus impactos en el medio ambiente a través de procedimientos operativos, objetivos y una política, que les compromete a la mejora continua, al cumplimiento de la ley y a la prevención de la contaminación.
Se trata de transformar en requisito aquellos factores sostenibles que hasta no hace mucho tiempo eran considerados opcionales. Para ello sería menester crear una hoja de ruta en cada empresa dedicada a la industria de la construcción, enfocada en mejorar las oportunidades para que las organizaciones promuevan su implicación con la comunidad local, cosa que fomentaría la legitimidad social de la entidad y permitiría a las partes interesadas tener una visión cada vez más transparente del rendimiento sostenible de la empresa.
Entre los beneficios conocidos de la aplicación de sistemas de gestión medioambiental al AEC destaca la reducción de la generación de residuos en origen y también de los riesgos medioambientales, el ahorro de costes relacionados con el uso del agua y la mejora del rendimiento medioambiental y las condiciones de trabajo. Sin embargo, varios estudios han identificado más de 63 barreras para la adopción del marco de la ISO 14000. Una de las más citadas es la de seguir el ritmo de los requisitos, ya sea de la norma o de la legislación, pero también se ha señalado el hecho de que los costes pueden ser mayores que los beneficios.
¿Qué es ESG y qué relación guarda con el BIM?
ESG son las siglas de Environmental, Social and Governance (medio ambiente, sociedad y gobernanza) y se refieren a los tres factores fundamentales para medir la sostenibilidad de las empresas. El término deriva del concepto de «Triple Bottom Line», también conocido como «personas, planeta y beneficios», es decir, la base para hacer negocios de forma sostenible y responsable.
El criterio medioambiental examina cómo contribuye una empresa a los retos medioambientales, como los residuos, la contaminación, los gases de efecto invernadero, la deforestación y el clima, y cómo actúa ante ellos.Por su parte, la dimensión social del concepto examina cómo trata la empresa a sus empleados: gestión del capital humano, diversidad e igualdad de oportunidades, condiciones de trabajo, salud y seguridad, etc.
Por último, la gobernanza examina cómo se gestiona una empresa, evaluando la remuneración de sus directivos, la diversidad y la estructura del consejo de administración, entre otros criterios. En definitiva, la filosofía ESG se basa en la sencilla idea de que las empresas tienen más probabilidades de lograr y obtener una gran rentabilidad si crean valor para todas sus partes interesadas.
La progresiva adopción de BIM, que ya comienza a ser la Metodología preponderante en medio mundo, ha demostrado ser uno de los mejores antídotos contra la ineficiencia en el sector de la construcción, causante ulterior no sólo de gran parte de la cuota de contaminación emanada del mismo. Por ello, BIM se sitúa como la piedra angular de una nueva y necesaria era del sector de la construcción, más verde y justa.