Aunque existan distintos flujos de trabajo en BIM, no todos llevan a Roma en este caso. La vía que se escoja inicialmente debe ser lo más certera posible, de manera que reduzca al máximo los posibles cambios en los procesos que puedan surgir a posteriori, afectando el desarrollo de los proyectos. Por eso es muy importante invertir tiempo en capacitaciones, prueba y error, y puesta en marcha.
No obstante, cuando se manejan presupuestos millonarios, no hay mucho margen para la mala interpretación o para el ensayo. Según estadísticas recientes, el 52% de las repeticiones de un trabajo se debe a la mala información del proyecto y a la falta de comunicación.
¿Cómo obtener el Santo Grial informativo?
De ahí que, en construcción, el material más preciado sea la verdad. El problema es averiguar cuál es esa verdad, en quién se debe confiar para que la proporcione, qué modelos se deben utilizar para mostrarla y transmitirla, y cómo se va a implementar todo lo anterior en el proyecto.
Entonces, ¿cómo obtener ese Santo Grial informativo, ese néctar de datos fidedignos que den lugar a óptimos flujos de trabajo en BIM? ¿Cómo cribar los datos correctos de entre la entropía informativa? La respuesta a estas preguntas pasa necesariamente por el concepto de Single Source of Truth (SSOT) o Única Fuente de Verdad.
En el ámbito de la construcción, un SSOT es la práctica de almacenar información de un modo tal que todos los planos, imágenes, correspondencias, partidas o piezas de datos se almacenen en un solo lugar sin duplicaciones y con una ruta clara para encontrar cada pieza de información.
CDE como Única Fuente de Verdad en BIM
En BIM, la forma bajo la cual se materializa la sustancia del SSOT recibe un nombre concreto: Common Data Environment o Entorno de Datos Común (CDE), una herramienta esencial para el correcto desarrollo de cualquier proyecto BIM que permite no solo unificar la información de manera centralizada sino también estructurarla y facilitar su intercambio.
Lograr una gestión óptima de la información es uno de los retos actuales de la industria de la construcción. La cantidad de datos que genera un activo de construcción a lo largo de todo su ciclo de vida puede ser enorme y una mala gestión podría dificultar la toma de decisiones estratégicas y la colaboración entre las partes. Una forma de resolver este problema es crear un CDE que funcione como una fuente de información para cualquier proyecto o activo, para recoger, gestionar y difundir cada contenedor de información a través de un proceso gestionado.
Flujos de trabajo en código abierto
En este sentido, es recomendable usar flujos de trabajo en BIM basados en formatos de código abierto, como el IFC y el BCF, en los cuales se puedan integrar todos los softwares de diseño, construcción y operación de infraestructura. Ello genera modelos 3D ricos en geometría, datos y parámetros con los cuales gestionar las etapas de diseño, construcción y operación de la infraestructura.
Estos formatos permiten, además, que los workflows no dependan de un software ni una casa comercial. Al mismo tiempo, buscan que todos los softwares puedan participar del openBIM, una filosofía de trabajo que BuildingSmart define como “un enfoque universal al diseño colaborativo, realización y operativa de los edificios basado en flujos de trabajo y estándares abiertos”.
¿En qué reside la universalidad de openBIM? Pues principalmente en su capacidad de proveer un flujo de trabajo en el que cada miembro del proyecto pueda usar el software que prefiera. Todo en el marco de un lenguaje común que permite a los actores implicados en un proyecto trabajar de forma abierta y transparente. Además, las aplicaciones desarrolladas para openBIM mejoran la gestión de los datos y eliminan los flujos de trabajo desconectados.