Hace cosa de dos dos semanas, en directo desde Youtube, Sergio Muñoz, presidente de buildingSMART Spain y otros miembros de dicha asociación, presentaban la Guía Sistemas de Clasificación cuando se utiliza BIM, un documento cuya redacción “sólo puede ser posible si se une el conocimiento de personas diferentes con distintos puntos de vista”.
Según explicaba Muñoz, buildingSMART Spain “ha desarrollado esta guía porque consideramos muy importante tratar bien y clasificar la información de los modelos, pues ayuda a muchos procesos de muchos agentes que participan en todo el ciclo de vida del proyecto en cuestión. En esta guía hemos querido mostrar las ventajas de clasificar y despejar las dudas acerca de qué es exactamente un sistema de clasificación y cuál es su utilidad. Para ello hacemos un repaso de los principales sistemas de clasificación sobre todo en el mercado español. Es verdad que hay en todo el mundo muchísimos sistemas de clasificación y muchos son utilizados solo en su ámbito local o nacional. Nosotros nos centramos en el mercado español, aunque se usen también estándares internacionales”. También pensando en la posibilidad de que aparezcan “nuevos sistemas de clasificación en distintos mercados” y porque, a lo mejor los que hay actualmente, “no cubren una necesidad determinada”. “Por eso hemos hecho una recopilación de diferentes normas técnicas internacionales que están relacionadas con la clasificación y que pueden servir de ayuda o de referente para ello”, explica Muñoz.
Así pues, la Guía también prescribe quién, cómo y dónde se debe especificar el sistema de clasificación a utilizar en un proyecto y cuáles son las diferentes estrategias para implantar y utilizar los sistemas de clasificación, tanto en herramientas BIM como dentro del esquema de IFC cuando vamos a intercambiar modelos en este formato.
¿Por qué clasificar?
La encargada de responder a esta pregunta fue Elena Pla, arquitecta y experta BIM con una nutrida experiencia en el campo, para quien “la clasificación es inherente al conocimiento humano, que no es otra cosa que información clasificada”. “Ordenar en una lista a veces no es suficiente a veces hay que reorganizar las cosas y esas organizaciones es lo que se llama clasificar”, explicaba.
Aristóteles definió un método con las cuatro causas con las cuales se puede definir o se puede encontrar un determinado ente: causa material, formal, eficiente y final. Pongamos como ejemplo una mesa. Su causa material puede ser el acero, la madera, el vidrio. Asimismo, la causa formal puede ser una mesa de cuatro patas, una mesa redonda, una mesa cuadrada. En tercer lugar, la causa eficiente hace referencia a quién construye dicha mesa: un carpintero, un herrero, un picapedrero.
A veces, y sobre todo en la construcción, no es lo mismo hacer una estructura de hormigón prefabricado que hacer una estructura de hormigón in situ. Y por último tenemos la causa final, el para qué se ha hecho ese objeto.
“Los creadores necesitamos tener las cosas clasificadas para que, cada vez que estamos creando, no tengamos que estar ordenando. Los creadores son los primeros que necesitan tener las cosas clasificadas para estar más cómodos y dedicar más energía directamente al fondo creativo”. Entonces no se trata únicamente de clasificar para ser eficientes sino también para poder crear mejor.
Cabe destacar que el lenguaje es muy importante en las clasificaciones. El hombre no interpreta clasificaciones numéricas sin lenguaje. Yo no me puedo acordar de los 50 códigos que pueda haber decidido, pero en cambio sí que me puedo acordar de los nombres e interpretarlos cada vez que los leo. Cada posible elemento tiene muchos sinónimos en territorios distintos. Por tanto, hay que intentar buscar los nombres más comunes para que todo el mundo use los mismos. La Guía, por ejemplo, llama paleta a las paletas, aunque esta herramienta se puede llamar palustre, badilejo o espátula, entre otras opciones.
Implantación y utilización de los sistemas de clasificación
Hasta aquí, la siguiente pregunta podría ser: ¿quién elige el uso de un determinado sistema de clasificación? La explicación del apartado de la Guía que habla sobre la implementación y utilización de los sistemas de clasificación corrió por la cuenta de Diego Vidoni, consultor BIM en BIMETRIC. “Se intenta que venga por parte del cliente, del adjudicador, siempre que estemos en un mercado ya maduro donde este tenga muy claros cuáles son sus requisitos” comentaba el experto BIM.
Ahora bien, ¿qué sistema de clasificación vamos a utilizar y por qué? Según Vidoni, la Guía “deja claro” que la respuesta a tal pregunta “depende de mucha casuística y muchos criterios para decidir el o los sistemas de clasificación. Al final dependerá del tipo de proyecto y de sus fases, del tipo de obra y de cliente, de cómo gestionamos nosotros el proyecto, entre otras variables. No hay un criterio claro para decirlo, por lo que habrá que estudiar un poco todo el ecosistema del proyecto para averiguarlo”.
¿Cómo vamos a implementar y utilizar estos sistemas de clasificación? En este sentido, “la Guía se centra, sobre todo, en cómo vamos a utilizarlo en la clasificación dentro del esquema IFC. Podemos considerar que la propia estructura de entidades IFC y de los tipos predefinidos IFC ya nos aporta una clasificación de elementos del modelo. Asimismo, la guía pretende, sobre todo, centrarse más en sistemas de clasificación más amplios, como Omniclass, Uniclass, Uniformat, Gubimclass o la SCFClasso la clasificación ferroviaria del Railway Innovation Hub”.
“Para eso uno de los de los aspectos fundamentales y más recomendados en la guía es la utilización de los sistemas de clasificación a través de las entidades IFC creadas para ellos
a través de, por ejemplo, el IfcClasificationsReference, es decir, utilizando las clasificaciones como una referencia de clasificación externa a través de relaciones pensadas dentro del esquema IFC justamente para ello. Dentro de todas las opciones que se dan en la guía, esta es la opción recomendada por buildingSMART. Por el estado de madurez tanto de las herramientas como de las personas y del sector en general es la que se está utilizando con más con más asiduidad”, explicaba Diego Vidoni.
Casos de uso de sistemas de clasificación
El webinar continuó con dos exposiciones acerca de casos reales de uso de sistemas de clasificación. Agustí Jardí, socio fundador de la empresa Apogea, tomó el relevo para hablarnos de 12 proyectos de carreteras de firmes sostenibles promovidos por la Dirección General de Infraestructuras de Movilidad de Cataluña. “En este proyecto había un montón de agentes involucrados: proyectistas, empresas constructoras, direcciones de obra, asistencias técnicas y también el propio promotor. Se decidió utilizar el sistema de clasificación Gubimclass porque ya lleva años usándose y los agentes se sienten cómodos con él. Además, usamos una versión vitaminada a la que se han añadido diferentes ítems y elementos propios de los proyectos de carreteras.
Gracias al sistema de clasificación pudimos llegar a un acuerdo. Teníamos una matriz donde las filas representaban los ítems del sistema de clasificación y las columnas, los diferentes entregables que tiene que haber, de manera que podíamos acordar qué se debe modelar. Se trata de indicar cuáles son los ítems que van a formar parte de nuestra base de datos, de nuestro proyecto, algo que podemos acordar gracias a que tenemos un sistema. Por tanto, que los agentes puedan entender el porqué y el para qué, ya es un primer beneficio: que los humanos se pongan de acuerdo.
Otro beneficio tiene que ver con la mayor agilidad a la hora de revisar si se ha hecho lo que se debía hacer. Es decir, buscando los ítems de clasificación se comprueba de forma mucho más rápida que se han elaborado los datos tal y como se han establecido. Además, permite integrar distintas herramientas sin afectar ni una coma a la capacidad de gestión de la información. En definitiva, “la i de BIM requiere un sistema de clasificación para su tipificación, estructuración y aprovechamiento”.
SFCclass para el Ferrocarril de Gran Canaria
Jorge Torrico Liz, subdirector BIM en INECO, cerró la ronda de intervenciones del webinar con la explicación de su experiencia como agente participante en un conjunto de proyectos ferroviarios que abarcan una línea de aproximadamente 60 kilómetros en el sur de Gran Canaria. Se trata de la preparación digital de la infraestructura para ser utilizada por otros en fases posteriores, como la de construcción y mantenimiento. En este proyecto de gran envergadura participan 20 constructoras y 20 asistencias técnicas, que serán las encargadas de construir 11 estaciones, talleres, cocheras e instalaciones auxiliares. Por tanto, la necesidad de claridad en cuanto a la clasificación de la información es más bien imperiosa. “Veíamos que era absolutamente necesario darles uniformidad a los datos para poder tener un lenguaje común en medio de todo este maremágnum de agentes”, explicaba Torrico.
¿Por qué era necesaria una clasificación en este proyecto? Según Torrico, para «identificar elementos para introducir, modificar o ampliar información de forma eficiente pero también para uniformar los modelos BIM de los 20 proyectos diferentes que forman la línea férrea». Otro motivo tiene que ver con el hecho de que el «software no es suficientemente maduro a la hora de generar diferentes versiones de IFC» y la abundancia de elementos proxy.
Así pues, se eligió el SCFclass (Sistema de Clasificación Ferroviario), un sistema español que “cubre suficientemente todo el ámbito ferroviario y va más allá del IFC 4×3″. Además, «es fácilmente incorporable a cualquier software de hoy y de mañana y su jerarquía y estructura de los datos responde a nuestra forma de pensar las obras en España y, por tanto, facilita la Identificación y comprensión de los nombres de los distintos elementos”.
Acerca de buildingSMART Spain
BuildingSmart es una asociación internacional sin ánimo de lucro abierta y neutral que su principal objetivo es desarrollar y promover la digitalización del sector de la construcción, pero siempre en base a estándares abiertos, “siempre tratando de que todas las partes interesadas nos pongamos de acuerdo en cómo hacer las cosas”. En este sentido aclaraba Muñoz que en “buildingSMART tenemos una filosofía, muy abierta, que consiste en crear un espacio de encuentro para que participe tanto el sector AECO como la industria tecnológica, compartiendo necesidades y soluciones y desarrollando estándares que faciliten ese encuentro entre necesidades y soluciones”.